Estos días se están celebrando las jornadas de elecciones al consejo escolar de los colegios. Nunca antes había pensado en presentarme como candidata. Es más, desconozco un poco la dinámica y el funcionamiento, no sé exactamente lo que se hace en este organismo.
Yo siempre estoy con ganas de hacer algo más por la educación de mi hija. No sé de qué manera, pero quiero involucrarme más, y formar parte del desarrollo. No quedarme mirando desde la barrera.
Y entre esta inquietud y que me convencieron para presentarme (sí, sí, me convenciste), acabé rellenando los papeles de solicitud y presentándome como candidata.
Ayer fueron las votaciones. Votaciones a las cuales no asistí, por lo de la prueba de mi hija, y resulta que he quedado la segunda por un voto. Teniendo en cuenta que nadie de mi familia, incluyéndonos a nosotros votó, es un buen resultado. No quiero dar la sensación de que me lo creo mucho, o que me he subido a un pedestal, que no, que no. En realidad estoy un poco sorprendida. Ahora formo parte del consejo, junto con 3 madres más.
No sé bien bien lo que me espera. No sé exactamente qué responsabilidades voy a tener. Pero sí sé que pondré todo de mi parte para aportar lo máximo, para que los padres se sientan respaldados, y para mejorar lo que esté mal, y apoyar lo que esté bien. Espero estar a la altura.
Nada, que como no tengo cosas en mi cabeza, pues voy y me busco una responsabilidad más. ¿Qué será lo siguiente? ¿La Llagosta + activa?
Ahí lo dejo....
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