Después de esta salida, mi marido ya tiene la neura. (Como siempre que salimos). Con nuestra comanche estamos bien, vamos, que en comodidad no es un 10 pero nos apañamos y una vez montado todo el tinglado, estamos a gusto. Pero ya hace tiempo que el tema de cambiar a caravana está cogiendo más fuerza. Últimamente, cada salida es más convincente. Yo, por lo único que cambiaría, es por agilizar el tema de montar y desmontar. Cuando estamos en ello, mi hija ya se pone impaciente porque no sabe qué hacer ni donde meterse. Ahora añade a una niña persiguiéndote, otra berreando en un carro...... Y lo que más le mata a mi marido es la organización. En el cofre no nos caben todas las cosas que llevamos. Y el portacacharros, caja, o como se llame, lo llenamos con las 3 hamacas y poco más. No es práctico porque te hace ir más lento a la hora de montar. Por no hablar de si te hace mal tiempo cuando has de plegar....... Es un marrón. Pero no vamos mal, dentro de lo malo. Hoy ya hablábamos de mirar caravanas de segunda mano. Pero esto ahora no va a ser posible. No es el momento. Más adelanta ya se verá.
Bueno, hemos tenido sobredosis de agua y también de sol, y eso que no hemos estado en exposición. Pero, ese colorcito que se te pone cuando acabas de tomar el sol......No nos hemos quemado, pero un poco tostaditos, sí. Por lo demás, no hemos salido del camping. Relax puro y duro. Sin horas para levantarse ni para acostarse. ¿Siesta? Por supuesto. Yo nunca hago siesta, jamás. Pero de camping................aaaahhh, es otro mundoooo..... Y si no, que se lo digan a los alemanes que teníamos por vecinos. Vaya palizas que le metían a las hamacas!!!! Vaya siestamens!!!
La cuestión es que no nos hemos enterado y ya estábamos plegando. Qué pena. Vuela, el tiempo vuela, y más cuando disfrutas. Bueno, ahora toca preparar la próxima, que pasará tan rápido como ésta. ¿Qué le vamos a hacer?
