miércoles, 18 de abril de 2012

ESTAMOS FATAL

No pienso hablar de la situación de nuestro país, lo dejo para los expertos.
No paro de ver incivismo allá por donde voy. Incivismo y gente que está muy mal.......

Un ejemplo es aquel día, en el que me tomaba un café con leche antes de entrar a trabajar, y vi cómo una chica joven , junto a su perro, se acercaba a una fuente que hay en el chaflán. Le dio de beber al animal, que así explicado, no tiene nada de malo. Pero es que, en vez de llenarse sus manos y ofrecerle el agua a su mascota, mantenía apretado el botón mientras el perro lamía y relamía la boca de la fuente...........¡Muy bonito, sí señor! Luego viene uno tan campante muerto de sed, y ¡ale! ¡a beberse las babas del perro!....Ffffffff.

Hoy sin ir más lejos, entrando en la boca del metro, (que ya no cojo metro, pero lleva también al tren), había un chico repartiendo papeles de propaganda de un gurú de éstos, un mago-vidente-sanador-nosequé, y me ha dado uno de sus papeles. Evidentemente, mi impulso ha sido estrujar el papel y deshacerme de él, pero me he esperado a encontrar una papelera para ello. Mucha gente no. A medida que me iba adentrando en los pasillos del metro, iba encontrando más bolas de papel por el suelo, y digo yo, ¿tanto cuesta esperarse unos metros más?

Cada día veo cosas que, no cuesta tanto hacerlas bien. Seguro que yo también haré algo mal, ni que yo fuese perfecta, pero son cosas tan sencillas, que me cuesta aceptarlas.

Por otro lado, estamos muy mal. Estamos, me refiero a la gente con la que trato a veces. En los 3 años que llevo trabajando en Barcelona, no me había pasado nunca lo que voy a contar a continuación. Llega una chica, tambaleándose. Consigue llegar al mostrador y me dice casi tartamudeando:
-Uuuuna jeringa de insulinaaaa.
Ya veo el percal, y saco un paquete de 10. Nunca quieren un paquete de 10, con lo cual, dirá que no, y se irá rápidamente. Eso pensé yo. Pero me dice que si. Marco la venta en el ordenador, meto el paquete en la bolsa, y le digo el precio.
Abre su minibolso, saca el monedero, le tiemblan las manos, forcejea con el monedero, me doy cuenta de que le asoma una jeringa por un lateral, lo abre, saca la jeringa, busca, lo cierra, lo vuelve a abrir, mete la jeringa, en éstas que se le sale el tapón, gimotea con cara de pena, bufa, lo cierra y me dice:
-¿Y dónde está la jeringa?
Le digo que no me ha pagado, que tiene que pagarme. Yo ,sin darme cuenta, me iba alejando del mostrador sin querer. Me estaba poniendo nerviosa, con esa jeringa ahí, dale que te pego. Vuelve a repetirse la misma escena que antes, monedero p'aquí, monedero p'allá, y no atinaba ni a la de 3. Entonces dice:
-Me la cambias...¿no?
Le explicamos que no hacemos intercambio en nuestra farmacia, que tiene que ir a otra. Y nos contesta que lleva un montón de farmacias ya, y que no la encuentra. Se pone a medio-llorar, como una niña pequeña..............Y se marcha sin nada, desorientada y desesperada, y nosotros nos quedamos compadeciéndola, porque aunque es algo que eliges tú, no deja de sorprender cómo la droga se apodera de la personalidad de la gente y les transforma en seres frágiles y vulnerables. ¿Cómo sería esa chica antes?

Espero que no vuelva a pasar...


2 comentarios:

  1. Joder Silvia, si que me da pena, pero peor es que alguién que esté trabajando pase por un trance así. Yo he trabajado de cara al público y se lo que es.

    Incluso ahora en el despacho, también llevamos algún tema penal, hay veces en las que no te encuentras demasiado seguro.

    Ánimos.

    Besos.

    I.

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  2. Hola maca,
    mira que allí no tenemos gente problemática. Pero esta chica......Fue feo la verdad, porque cuando sacó la jeringa del monedero, la aguantaba todo el rato en la mano, pero sin querer, se me escapó un bote hacia atrás que no pude controlar. No me fiaba ni un pelo. Pero cara al público es lo que tiene.......
    Nos vemos mañana!!!!

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