miércoles, 26 de octubre de 2011

LACTANCIA MATERNA

Muchas madres dicen eso de que no hay momento más bonito que dar de mamar a tu hijo.
Yo, no viví mi mejor experiencia en este sentido con mi primera hija. Solo pude darle pecho un mes y medio. La niña no engordaba ni a tiros, y no chupaba más de 10 minutos, era imposible. Así que mi vivencia en este aspecto, fue corta y mala.

Ahora, parece distinto. Aunque todo parece pintar mejor que aquella vez................ No era consciente de lo duro que es amamantarrrrrr!!!!!!!!! La teta es muy dura, sobretodo al principio. Hace 2 semanas que mi hija bebé se alimenta de mi leche, y ningún día es igual. Sé que ahora es así, sé que cada vez que llora es porque quiere teta, sé que a veces sólo lo hace por relajarse, sé que en algún momento se regulará y todo irá mejor, pero ahora.............Ahora soy una lechería abierta 24 horas. No sirvo para nada más que eso. A veces aguanta 2 horas, a veces 1, a veces 3, pero las tomas se alargan tanto que se solapan las horas. Al menos por la noche suele haber un tramo en el que está 4 horas durmiendo, y yo........YO TAMBIÉN......

Porque eso de no pegar ojo escuchando su respiración..........eso pasó a la historia, menos mal que de algo te sirve la experiencia..... El tema es que ahora voy mejor, pero hace una semana................me dio un bajón de los gordos. Tenía (y tengo) unas grietas en los pezones.................ayyyyy, nadie puede imaginarse el dolor que sentía cada vez que mi niña chupaba...............sólo las mujeres que han dado el pecho pueden saberlo. Sólo ellas saben el sacrificio que hacemos cuando estamos en esas condiciones y aún así, lo hacemos. Llegó un momento en el que era incapaz de aguantarlo, me sangraba, y me dolía tanto, que no podía soportarlo. Así que durante unas horas me saqué leche, y conseguí darle un poco en biberón. Dejé descansar ese pecho un rato, pero cuando vi que no me podía sacar más leche, pensé que o le daba leche artificial, o tenía que coger el toro por los cuernos y probar otra vez. Intenté con pezonera, pero le daba un asco tremendo, y además, a mi me dolía igual. Así que me senté en mi sofá, respiré hondo, y con un miedo atroz, volví a ofrecerle ese pecho a mi niña. Mi espalda estaba arqueada, mis hombros en mis orejas, mi corazón a mil por hora..................pero AGUANTÉ.

Aguanté esa vez, y la siguiente, y la siguiente.............. Ahora me duele muchíiiiisimo menos, pero aún no he hecho limpio, eso sigue ahí, haciéndome la puñeta. Menos mal que la niña no puede intoxicarse con la crema de las grietas, porque lleva sobredosis la pobre. Espero que ya no tarde mucho en curar, porque tengo unas ganas increíbles de poder darle el pecho relajada, sin tensiones, y disfrutar de ese momento que debe ser tan entrañable. Digo debe ser, porque hasta ahora, es un suplicio. Lo hago porque sé que es lo mejor que puedo darle, pero la dependencia es total. Y la dedicación igual.

Bueno, de aquí a un tiempo creo que podré hablar de este tema más en positivo, y ver la parte bonita de todo este embrollo.

Mientras tanto, seguiré intentándolo.

1 comentario:

  1. Silvia, guapa, que mala suerte con las puñeteras grietas!! Yo también creo que la lactancia materna es lo mejor para los niños, pero eso sí ante todo tú, porque tampoco es cuestión de sufrir. Espero que ahora todo vaya a mejor!! Aissss, el maravilloso mundo de la maternidad!! Besos. Nos vemos el domingo!!

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