domingo, 16 de octubre de 2011

LA FAMILIA CRECE

Ahora siiiiiiiii!!!!!!! Ya puedo hacer esta entrada tan esperada, en compañía de mi nueva hija, sin que ya sea algo que ha de llegar en un futuro. Es el presente, el presente que parecía no llegar nunca. Ahora ya somos uno más. Y tenemos que adaptarnos a nuevos ritmos, nuevas costumbres, y nuevas situaciones. He de decir que me siento bien. Que estoy bastante bien, tanto psicológicamente, como físicamente.

Laia nació el día 12, un día justo antes de provocar el parto. La noche del Martes al Miércoles me desperté a las 2:30 h de la madrugada con dolor. Salí al comedor, caminé, me senté, volví a caminar, me volví a acostar..........pero la cosa iba en aumento. A partir de las 4:00 h de la madrugada, los dolores se hacían sentir más, y cada vez eran más rítmicos. Cada 5 minutos, cada 8, cada 6, a veces cada 10.........pero cada vez lo notaba con más fuerza. Cuando llevaba una hora y media de reloj, decidí que no iba a esperar más. Llamé a mi marido, me metí en la ducha, y llamé a mi madre para decirle que le llevábamos a mi hija mayor a su casa. Entre pitos y flautas llegamos al hospital a las 6:30 h. Estaba dilatada de 3 cm, pero aún no estaba para parir, así que decidieron hacerme un monitor durante casi una hora, y en ese rato, dilaté hasta 5 cm. Entonces ya me pasaron al paritorio. Entré como a las 7:30 h, tuve una media hora de contracciones que ya empezaban a ser insoportables, pero ya tenía al lado al anestesista preparándolo todo.
¿Quieres epidural? Jejejejejeeee, menuda pregunta....... Siiiiiiiiiii, no entiendo a las mujeres que desean pasar por ese episodio. Había una que estaba chillando como una loca, porque no se la habían puesto, y me estaba poniendo de los nervios. (A ésta creo que no le dio tiempo....pobre). A partir de ponerme la epidural, todo fue más relajado, y pudimos vivir el momento con todos los sentidos al 100%. A las 9:57 h Laia ya estaba encima de mi. Y fue un momento irrepetible, que no viví con mi primera hija. Además mi marido estuvo dentro todo el tiempo, viéndolo todo. Para él también fue como una primera vez, porque en el otro parto tuvo que salirse y le avisaron cuando la niña ya salió. Fue nuevo para los dos.

Ahora en casa, todo es diferente a la primera vez. Entre otras cosas, yo me encuentro bien. Nada que ver con el recuerdo que tengo de mi otro post-parto. Lo único que me ha hecho sufrir, han sido esos horribles entuertos, y las grietas de mis pezones. (Que me siguen haciendo sufrir). La subida de la leche ha sido horrible, tengo más tetas que la otra vez. Ha sido increíble, pero bueno, cada día que pase, me irán doliendo menos.

La conclusión es que mi familia no es la que era, que ahora hay alguien más, y que quiero disfrutar de este momento todo lo que pueda.

Uy!, creo que alguien tiene hambre, hasta luego!!

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