domingo, 9 de mayo de 2010

COMO SI NADA HUBIERA PASADO

El día 26 de Mayo es el cumpleaños de mi hija. Cumplirá 5 años. Casualmente ese día hará 4 meses desde que me operaron. Ya hace casi 4 meses que pasó todo aquello. Una de esos golpes que te da la vida, que te viene sin previo aviso....Cada vez que pienso en ello, me doy cuenta de que ha sido muy fuerte. Pero ahora me encuentro fenomenal. Como si nada hubiera pasado.
Si no fuese por la cicatriz, que no dejo de toquetearla, o por la sensación de dormido que tengo en la parte superior derecha, creo que ya no me acordaría.

Alucino con la mente humana. Yo, personalmente soy capaz de olvidar algo que me hizo mucho daño, y sólo recordarlo como algo que en algún momento me dolió, sin más detalles. Y esto acabará siendo lo mismo. Cuando lo explico, la gente me mira con compasión, como queriendo entender el mal trago. Yo ahora lo cuento como una historia anecdótica. Algo que me ocurrió y ahora, afortunadamente, estoy bien.

Me quedó grabado el rostro de mi hija cuando vio la costura en mi cabeza, sin pelo ni nada, recién hecha. Automáticamente empezó a llorar y chillar, como si le hubieran arrancado una parte de su cuerpo, no sé, es difícil de explicar. Es una de las cosas que me costará olvidar. Más adelante, cuando ya tenía costras, me miraba de reojo, no quería fijarse demasiado en la herida. Le daba un poco de asco, y a la vez, pena, porque eso debía dolerme mucho...... Ahora ella me pone el aceite de rosa mosqueta en la cicatriz. Como no me veo, ella me lo pone...... Va a cumplir 5 años. Supongo que todo esto le ha hecho madurar en cierto modo. Me siento orgullosa de ella cuando me dice: -Yo te lo pongo mama.

La veo ahora y pienso en su educación. Y no me refiero a sus estudios, me refiero a la persona en la que se convertirá. En la adolescente, en eso.... Supongo que los hijos no se forman de la manera que tú quieres. Quizá intentas inculcar unos principios y luego....

Ayer una niña adolescente no dejaba que su madre abriese la puerta de la portería para subir a casa. La niña quería ir a algún sitio, y la madre no. La niña era igual de alta que su madre, y le tapaba la cerradura para que no pudiese abrir. Después de varios intentos de que la niña se quitase de delante de la puerta (intentos fallidos), la madre le arreó una santa torta en la cara, que me dolió solo de verla. Nos íbamos alejando, y ellas continuaron su disputa, cada vez más subidas de tono y perdiéndose el respeto.... ¿Me encontraré yo en esa situación alguna vez? ¿Qué haré si mi hija adolescente igual de alta que yo me impide algo? Ayyy, no quiero ni pensarlo...

Bueno, volviendo al tema de inicio, decir que me siento muy muy bien, y espero sentirme así muuuucho tiempo.

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