lunes, 24 de mayo de 2010

ABUELOS

Hoy ha sido un día soleado a más no poder. Ha hecho muuuucho calor, ya casi como si fuese finales de Junio. Me gusta que haga buen día, estamos en la calle hasta tarde, y todo parece ser más alegre. Después de todos estos días lluviosos y grises, ya necesitaba un poco de calorcito. La lástima es lo poco que dura este buen tiempo. Dentro de nada ya nos invadirá el sofocante bochorno. Y entonces es cuando deseo con todas mis fuerzas que se acabe el verano.

No soporto el calor, me pongo irascible. No soporto ducharme por la mañana, arreglarme para ir al trabajo, maquillarme y que a los diez minutos parezca que vengo de correr la maratón. Mi trabajo es cara al público y no quiero tener mala imagen.
Pero es un poco complicado con estos sudores. Y curiosamente, es del cuello para arriba donde siento mayor el problema. Me suda el cuero cabelludo, y la cara. Es horrible......
Bueno, de momento iremos disfrutando de los días primaverales, que ya escasean.

Cambiando de tema: Ayer celebramos el cumpleaños de mi hija. El Miércoles cumple los cinco añitos. Para celebrarlo con la familia fuimos al campo. Barbacoa, y pica-pica. Estuvimos bien. Los niños correteaban por ahí, libres como el viento. Eso es lo que les gusta, no sentirse vallados.

Mi hija asumió su papel desde el principio, y nada más llegar, se encasquetó la corona que le hice el día anterior. Unas cartulinas, un poco de pegamento, y algún material que compré hace tiempo para decidarme a hacer pruebas con mis puntos de lectura. Por cierto, los tengo bastante olvidados.
Se colocó su corona e iba haciendo de anfitriona con el resto de niños. Llevé varios juegos, y con los que le cayeron como regalo, estuvieron pasando un buen rato.

Los regalos fueron variados, aunque este año ha habido más juguete que otra cosa.
Los regalos...... Los regalos que le hacen a los hijos pueden ser de tu agrado o pueden ser..... algo que tú jamás le comprarías a tu hijo.

Y esto siempre se da. Cada año te encuentras con algo que, lamentándolo mucho, no vas a aprovechar. Este año ha vuelto a pasar. Pero este año me ha dado más rabia que otros, porque el regalo nefasto, lo han hecho personas que saben lo que nos gusta y lo que no. Con lo cual, me siento más enrabiada aún.

Es lo típico, ¿el parentesco da permiso a hacer el regalo que te de la gana, aún sabiendo la opinión de los padres? Pues para algunos sí. Muchos abuelos son así. Hacen cosas con los nietos, que dan rabia a los hijos y les da igual. Ellos, ya han criado a sus hijos, les vistieron como quisieron, les peinaron como les dio la gana y les obligaron a hacer cosas que ellos creían importantes.
Ahora es nuestro turno. Y no me cansaré de discutir cosas con ellos. ¿Que por qué no bautizaste a la niña? ¿Que qué harás cuando quiera hacer la comunión? ¿No es demasiado pequeña para hacer eso? ..............

Tú te peleas cada día con ella para que haga pipi antes de ir a dormir, para que se lave los dientes, para que no coma con la boca abierta, para que no coma porquerías a deshoras, para que coma variado aunque no le guste, para que siga un horario, para que no vea la tele más de lo necesario, para que no pida que le compres todo lo que se le antoja..........EDUCARLE. Y luego, un fin de semana que se queda con los abuelos, no cumple ni una de esas cosas, y además se agrava el desajuste.

En fin, los abuelos malcrían, y en realidad, eso es lo que les gusta. Hacer con los nietos lo que no hicieron con sus hijos. La figura paterna tiene que imponerse, hacerse respetar y llevar la batuta. Los abuelos se hacen cómplices de los nietos. Les permiten lo que los padres les prohíben......
¿Cómo luchar contra eso?

Yo, como siempre, seguiré haciendo de madre. Que nunca sabré si lo hago lo suficientemente bien, pero ahí vamos. Y los abuelos............ seguiré con mano izquierda y tolerándoles ciertas cosas.

¡No se pueden cambiar!....

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