martes, 20 de julio de 2010

MATERNIDAD

Estos días he vuelto a vivir la experiencia de ver cómo nace un nuevo miembro en mi círculo de amistades. Mi amiga Raquel ha tenido su segundo hijo, una niña. Se ha adelantado una semana pero está todo bien. Al visitarla en el hospital, me di cuenta de que los segundos hijos pierden protagonismo. Es normal, no puedes dedicarte por entero a él porque hay un hermano mayor requiriendo atención y debes hacer que siga con su vida normal. Ha tenido un hermano pequeño, sí, pero debe continuar haciendo su vida. A parte, al cabo de unos días, cuando llegue la familia a casa, el primogénito va a ver cómo su vida va a cambiar por culpa de esa persona minúscula. Las prioridades van a cambiar. Las atenciones van a cambiar. Todo va a cambiar.

Me sorprendió palpar la tranquilidad aplastante en el ambiente. Nada tiene que ver con el primer hijo. Todo estaba en calma. Una madre que ya ha pasado por un parto, ya sabe de qué va el tema. Cuando tienes el primero, es una vigilancia constante los días que estás en la habitación del hospital. Lo miras, lo remiras, vigilas su respiración, estás todo el tiempo observando. Incluso diría que te sientes desbordada por lo que acaba de suceder. Cuesta asumir que se ha creado esa personita dentro de ti, y que has pasado por un proceso llamado parto, en el que has tenido todo tipo de sensaciones. Una de las que no olvido es la barriga vacía las horas posteriores al nacimiento.
Y en cambio con el segundo......creo que con el segundo disfrutas más al bebé. No estás con ese sufrimiento de primeriza que te hace preguntarte si haces las cosas bien, supongo que dejas a un lado esas incertidumbres de la primera vez y te dedicas a disfrutar más lo que significa tener un bebé.

Mientrastanto yo me planteo qué voy a hacer. Mi hija tiene 5 años. Yo soy joven aún, puedo esperar, pero me preocupa que haya demasiada diferencia de edad. Yo no soy partidaria de tener hijos seguidos, pero ahora ya han pasado 5 años. Tampoco quiero que pasen 10. Hay días que lo haría sin pensarlo, sobre todo cuando veo a mi hija jugar con mi sobrina de 10 meses. O cuando pasa horas jugando en su habitación con mi sobrino de casi 7 años. Pero después pienso la parte económica y logística. Volver a organizar horarios, pienso cuando se ponen enfermos y no puedes llevarles al colegio, siempre tirando de hermanas para que te los cuiden...
Y esos meses de Julio, cuando ya no van al cole y tienes que meterlos en esplais.....
2 esplais, 2 comedores, 2 libros, 2 temporadas de ropa, otra vez empezar con guardería o ludoteca.......

Eso me frena. Me frena mucho. Y algo que también me frena es el hecho de pasar por otro embarazo. No me apetece. Ya he experimentado lo que es un embarazo, ya ha hecho bastantes estragos en mi cuerpo, y volver a pasar por eso...... Para los padres es sencillo. Una vez decidido que quieres otro hijo, solo tienen que disfrutar..... Un coito y ¡prepárate guapa para lo que te viene encima!
Subir de peso, mala circulación, problemas digestivos, estrías, dolores de espalda, no dormir a gusto, y todo esto contando que sea un buen embarazo...... ¡Qué guay!

Nunca he descartado la adopción. Es más, hoy por hoy, pienso que sería una buena opción. Pero volvemos al tema económico. No sé por qué las adopciones cuestan tanto. Estás haciendo un acto solidario, esos niños están en centros porque por circunstancias varias no tienen familia. Y hay países en los que realmente ponen muchísimas trabas para adoptar. No lo entiendo. Pero bueno esto es otro tema de debate en el que hay muchos puntos a tratar.

Seguiré pensando qué hacer con mi vida..........

No hay comentarios:

Publicar un comentario