jueves, 8 de abril de 2010

DE VUELTA AL TRABAJO

Hoy ha sido un día de esos en el que sientes el cariño de la gente. Después de 3 meses y 4 días, he vuelto a mi trabajo. Ha sido estupendo volver a hacer ese camino. He llegado a Barcelona antes de lo habitual, los trenes vuelven a ir con retraso, y no quería llegar tarde el primer día. He entrado en un bar al que iba los Sábados que me tocaba trabajar. Antes de entrar me tomaba un café con leche. El chico que trabaja allí, ha cambiado su cara al verme entrar. Ha puesto esa cara de haber olvidado a una persona y de repente recordarla. Ha dicho: ¡Cuánto tiempo!
Y tanto!!!! Demasiado.... Le he comentado más o menos lo que me había pasado y ya de paso él me ha contado que de adolescente tuvo meningitis. Luego he tomado el rumbo hacia mi querida farmacia. En 6 meses en esa farmacia he reído y he disfrutado casi tanto como en la primera.

Para celebrar mi vuelta he llevado una bandeja de croissants salados. Iba acercándome a la puerta cuando he visto a mi compañero acercarse también. Llevaba algo guardado en una bolsa de tela. Traía una tarta de chocolate!!!!
Es muy buen cocinero y tengo que decir que la tarta estaba espectacular. (Mañana pienso pedirle la receta). No siendo suficiente mis saladitos y su tarta, ha llegado mi jefe con su mujer, portando una bandeja llena de bocadillitos con jamón (y del bueno), y además guardaban en la nevera una botella de champán.....
Ha sido como celebrar mi cumpleaños otra vez, pero mejor, brindando con copas de verdad, (las ha traído especialmente para la ocasión la mujer de mi jefe).

He podido sentir la satisfacción por mi vuelta. Ha sido como suspirar al final de un mal trago. Todos estábamos felices y me he sentido valorada. Es la primera vez en mi vida que me siento así en un trabajo. Yo les he hecho saber mi agradecimiento por haberme tratado como la han hecho. Se han portado muy bien conmigo todo este tiempo. Cuando mi jefe me llamaba, sabía que lo hacía para saber cómo estaba, no para saber cuándo iba a volver. Y que cuando me daba ánimos, lo hacía de corazón, no por quedar bien.

Por otra parte, los clientes me daban la bienvenida también. Mucha gente ha ido preguntando por mi, y se han alegrado de que esté otra vez en activo. Yo creía que en 6 meses trabajando allí, la gente no me habría cogido cariño suficiente para echarme de menos. Pero no ha sido así.

Hoy me he sentido muy bien.

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