lunes, 15 de agosto de 2011

VACACIONES

Ya han pasado 14 de mis 31 días de vacaciones.
La primera semana ha sido bestial. Hemos pintado, por fin, casi toda la casa. Ya debíamos haberlo hecho en Semana Santa, pero se pasó el momento. Y ahora era casi obligado. Así que decidimos hacerlo lo primero, para después poder disfrutar del resto de las vacaciones habiendo hecho la faena. Debo decir, que yo he pintado muy poco. He puesto cinta, he limpiado, he recogido, he limpiado, he puesto la capa de selladora para tapar la pizarra, he limpiado.......Casi todo mi trabajo ha sido de fregona pero, ¡qué iba a hacer si no! Me he cansado muchísimo haciendo lo poco que he hecho, y es que no hay que olvidar que mi movilidad es ahora más reducida que antes, mi respiración más limitada, y mis piernas no aguantan como antes.
Pero ¡al fin está hecho!

La segunda semana ha sido muchísimo mejor. Decidimos ir de camping a Camprodon. Durante una semana, en principio. Dependiendo de cómo pasara las noches y cómo me encontrase, alargaríamos o no. Yo iba un poco desconfiada porque, a pesar de dormir en cama, la última salida que hicimos no estuve demasiado bien. Tampoco en casa estoy ya demasiado bien, para qué engañarnos. Mi cuerpo empieza a molestarme. No encuentro la postura en la cama, me duelen las caderas, y los cojines me alivian a ratos...
Así que lo que iba diciendo, que no iba demasiado confiada. Pero...........¡sorpresa! Después de pasar varias noches, veo que siguen sin ser buenas, pero por el día estoy genial. No se me hinchan los pies, no sudo, no me agobio, no tengo calor, estoy súperbien. A excepción de las noches que, sinceramente, pensaba que iban a ser peor. Me levanto para ir al lavabo, porque tengo una necesidad imperiosa de hacer pis a todas horas. Mi vejiga lo está padeciendo. El cojín de lactancia me hace el apaño en algunos momentos, en otros paso a un cojín normal, y en otros... a nada. Pero para mi es bastante importante no pasar calor. La semana de pintura ha sido bastante heavy, y aquí la temperatura se mantiene en 24-25º. Mi parcela está prácticamente sombreada al completo, así que no nos toca el sol directo. Y eso, se nota mucho.
Hecho de menos sentir ganas de bañarme en la piscina, pero no me quita el sueño. Valoro mucho más no agobiarme con el calor, no sudar, etc.

Así que nos quedamos unos días más. Además mi hija está disfrutando de lo lindo. El río, los caballos, montar en poni, la tirolina, el parque delante de la parcela, su bici...... Está que se sale, así que no puedo pedir más.

Cuando volvamos tengo citas médicas. Análisis y tercera ecografía. Tengo ganas de volver a ver a mi bebé. Porque aunque no lo pienso demasiado, esto está a la vuelta de la esquina. Ya estoy de 33 semanas, y queda muy poco para que nuestras vidas vuelvan a sufrir un nuevo acontecimiento. Mi hija tiene muchas ganas de que nazca su hermana. Y yo también....por una parte. Ahora somos tres, con unas rutinas hechas, y un sistema de vida. Cuando nazca la Laia, mi futura bebé, no sé cómo vamos a llevarlo. Nuevas costumbres, que ya aprendimos antaño, pero antes sólo había una hija en la que centrarse, ahora es diferente. Bueno, supongo que las que tenéis dos hijos, sabéis a lo que me refiero. Toda esta nueva situación me da un poco de respeto. Pero tendremos que adaptarnos, como todo ser humano ¿no?

Cuando vuelva, empezaré a preparar algunas cosas. Lavaré la ropita de bebé, compraré alguna cosilla, y me informaré de si debo llevar algo al hospital. Yo voy por seguridad social, pero con los recortes y demás, me temo que las cosas no son como hace 6 años.
Bueno, me centraré ya en lo que va a llegar.....

No hay comentarios:

Publicar un comentario