martes, 29 de marzo de 2011

DEMENCIA

Qué triste es perder la razón.
Y es que ya sabemos que el cerebro humano es algo increíble. ¿Qué tanto por ciento conoce la ciencia sobre el cerebro? ¿Y qué tanto desconoce?

Solamente me queda viva una abuela. La madre de mi madre. Y siempre ha sido una persona muy despegada. Por su carácter, supongo, no ha sido de esas abuelas entrañables, que la tienes en un pedestal. Más bien ha sido lo contrario, por eso no le tengo un especial cariño. Digamos que los lazos que nos unen son débiles. Pero ahora siento lástima por ella.

Tiene 86 años. Son años, pero tampoco son tantísimos. Conozco personas muy mayores que viven solas, que siguen llevando su vida, incluso en pareja. Que son totalmente conscientes y organizan su vida igual que antes, a otro ritmo, pero lo hacen.
En cambio cuando enferman.......se acabó. Ahora es cuando entiendo a toda esa gente que ha sufrido la demencia de un abuelo en casa. Ahora entiendo cuando ellos decían que para estar así, es mejor "que pase lo que tendría que pasar". Cuando les oía decir eso, pensaba que eran egoístas, que es incómodo tener que hacerse cargo de un pobre abuelo que no sabe ni en el día que vive, y claro, es mejor que se muera. Pero la verdad es que ahora no pienso igual. Me pregunto qué pasará por esa cabeza, hora tras hora del día. Cuando no conoce, cuando no sabe dónde está, cuando ha comido y dice que no lo ha hecho, cuando no se cree que sean las 2 de la madrugada, cuando está tan perdida........

Creo que nadie debe poner fecha de caducidad a la vida de otra persona. No es justo. Pero su vida ya ha acabado. Cuando una persona ya no es capaz de compartir, de querer, de odiar, de recibir alegrías o penas, de emocionarse, de VIVIR.......ya no existe.

Las enfermedades mentales son una causa por la que seguir investigando, seguir intentando entender ese complejo mecanismo que es nuestro cerebro. Mientras tanto, las personas que tienen a su alrededor, modifican su vida, por cuidar la de ellos. Y es difícil que un familiar de enfermo mental, no acabe enfermo también. Es demasiada presión, durante todo el día, tiempo indefinido.......

"Las cerezas, aquellas cerezas tan buenas"
Es una de las frases que me dijo estando en el hospital ingresada. Surrealista total. Así es todo el tiempo.

Supongo, que al final, te acostumbras.


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