No me he sentido tan asaltada y/o abordada nunca. Sólo he ido a comprar café, no ha que me capten como clienta, ya lo soy.....
Y si me tratan demasiado amablemente, empiezo a sentir un rechazo inmediato.... No me gusta que me hagan la pelota, no me gusta que la amabilidad sea forzada, no me gusta que me traten como si fuese anti-natural.
He llegado a la entrada y cuando iba a tirar de la puerta, se ha abierto sin darme tiempo a coger el pasamanos. Un "amable" empleado vestido de negro cual botones de un hotel (sin sombrero), ha tirado de ella, y me ha saludado con un: "Hola, buenas tardes. Adelante".
Bajo las escaleras y una "amable" empleada me pregunta: "¿Para comprar café?". Le contesto que sí y me indica un mostrador concreto................ El que estaba vacío, no hacía falta este trámite.
Después he ido a dicho mostrador, y dos "amables" dependientas me han recibido con: "Buenas tardes señora. ¿En qué le puedo ayudar?"
La manera de dirigirse a mi no me ha disgustado, pero no me he sentido cómoda luego.
La venta ha transcurrido entre varias caras de simpatía forzada, sonrisas falsas, y gestos de complicidad ficticia.
He pagado mi café y me invitaban a tomar uno si quería. (Es protocolo de esta empresa, ya lo sé.) Como no soy muy cafetera he dicho que no, además quería llegar a casa cuanto antes.
Me han despedido con un: "Que tenga un buen día señora". Y por supuesto no he tenido que abrir la puerta al salir. Allí estaba el mismo chico que me la había abierto al entrar.
De igual manera el me ha deseado un buen día y me ha dicho "Adiós".
He salido con una sensación pegajosa de la tienda, perdón, boutique. Y no era por el bochornoso calor de Barcelona, me sentía como si me hubiesen tirado un jarabe por encima.
No soporto la actitud de "lo que usted diga" o "Usted manda". A mi me gusta mucho más el trato natural, la normalidad.
Me imagino la entrevista de trabajo de Nespresso. Para atender a la clientela harán cursos de formación, técnicas de venta, etc. Habrá que seguir unas normas concretas, no bastará con ser amable y saber estar. Hacer la pelota es factor indispensable. Grrrrrr!!! No puedo!!!
Una vez entré en un restaurante en el que me quitaron la chaqueta............ La sensación incómoda apareció inmediatamente. ¿No es más fácil decir que hay un lugar para guardar las chaquetas, y preguntar si no les importa que se las demos?
Con estas actitudes me da la sensación de estar tratando con máquinas programadas, no con personas. Si voy a cualquier establecimiento, ya sea tienda, restaurante, lo que sea, me gusta que la gente deje ver su personalidad. Que quiera volver porque me han parecido humildes, simpáticos, en definitiva, HUMANOS.
Creo que en muchas grandes empresas prima más el trato robotizado, al humano.
Una pena.
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